Ingeniero Mecánico Industrial de profesión y exalumno de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), Daniel Olivares tomó la decisión de volver a las aulas para enfrentar un nuevo desafío: el Magíster en Gestión Empresarial (MBA), una experiencia que hoy valora profundamente por su impacto personal y profesional.

Consciente de la transformación constante del entorno empresarial, decidió continuar su formación en la misma casa de estudios donde dio sus primeros pasos como profesional. “Lo que más me motivó fue el marco de formación integral del MBA USM, al combinar herramientas de gestión moderna con una formación ética y humana. Ya conocía su modelo educativo y tenía claridad sobre la continuidad que este programa podía ofrecer a mi desarrollo” , comenta.
Uno de los aspectos que destaca es la flexibilidad del programa, tanto en su modalidad híbrida (presencial y online), como en sus horarios, lo que facilita su adaptación a profesionales que trabajan. “Evalué distintas alternativas, pero el MBA USM destacó por su enfoque técnico, sutrayectoria, y la calidad de su cuerpo docente”, afirma.
Además, resalta el valor de una propuesta académica alineada con los desafíos del entorno actual: “El programa promueve una formación constante, fomenta la confianza y apunta a mejorar la productividad: tres pilares que Chile necesita fortalecer para avanzar hacia un desarrollo sostenible y con verdadero sentido”.
Un impacto tangible en su desarrollo profesional
Desde que egresó del MBA Daniel ha notado múltiples beneficios, asumiendo nuevos desafíos profesionales, liderando equipos de alto desempeño y participando en iniciativas que han generado resultados concretos en eficiencia y desarrollo interno. “El programa amplió mi visión estratégica del negocio, fortaleció mis capacidades para la toma de decisiones y consolidó una forma de liderazgo orientada al propósito, la mejora continua y el valor para las personas y organizaciones” , destaca.
Red de contactos, metodología y profesores: una experiencia enriquecedora
Uno de los aspectos que más valora del programa es la calidad humana y académica de sus docentes, así como la red de contactos que se forma entre estudiantes. “Los profesores no solo tienen una sólida trayectoria, sino que realmente se involucran en el proceso de aprendizaje. Y la red fue profundamente enriquecedora: compartimos visiones y valores con personas de distintos sectores que buscan generar impacto”
Un consejo para quienes aún están considerando este programa
“Le diría a quien lo está evaluando que el MBA USM es una inversión en su presente y futuro. En un mundo que cambia tan rápido, el aprendizaje continuo no es una opción: es una necesidad. Este programa entrega herramientas, visión, una red de apoyo y, sobre todo, forma líderes con propósito” Para cerrar, Daniel comparte una frase que lo acompañó durante este proceso formativo: “No teman ir despacio, solo teman no avanzar”.